SEGUIMOS A LILIANA CINETTO

 LA TROMPA DEL ELEFANTE


EL ELEFANTE ANDABA UN DÍA PASEANDO POR LA SELVA Y SALUDANDO A LOS VECINOS (PORQUE ERA UN ELEFANTE MUY AMABLE), CUANDO LLEGÓ A LA PUERTA DE LA LEONA QUE BARRÍA DE ACÁ PARA ALLÁ Y DE ALLÁ PARA ACÁ. BARRÍA CON TANTO ENTUSIASMO QUE LEVANTÓ UNA NUBE DE POLVO ESPESO Y GRISÁCEO, JUSTO, JUSTO EN EL MOMENTO EN QUE EL ELEFANTE HACÍA UNA REVERENCIA CON LA TROMPA PARA DECIRLE  “BUENOS DÍAS” (PORQUE ERA UN ELEFANTE MUY EDUCADO).


FUE ENTONCES CUANDO EMPEZÓ EL LÍO. ES QUE EL POLVILLO SE LE METIÓ ADENTRO DE LA TROMPA Y LE HIZO TANTAS, PERO TANTAS COSQUILLAS QUE … ¡ATCHÍS!


NO SEÑOR, NO FUE UN ESTORNUDO ASÍ NOMÁS. NO SEÑOR. FUE UN TREMENDO ESTORNUDO DE ELEFANTE. LO PEOR NO FUE QUE, CON ESE ESTORNUDO, DESPERTÓ AL LEÓN QUE ESTABA DURMIENDO LA SIESTA. LO PEOR NO FUE QUE, CON ESE ESTORNUDO, HIZO TEMBLAR LA TIERRA COMO EN UN TERREMOTO. LO PEOR NO FUE QUE TODOS LOS ANIMALES SE ACERCARON A VER QUÉ HABÍA PASADO. LO PEOR FUE QUE, CON ESE ESTORNUDO…¡SE HIZO UN NUDO EN LA TROMPA!


INTENTÓ DESANUDÁRSELO DE TODAS FORMAS (PORQUE ERA UN ELEFANTE MUY PACIENTE). SACUDIÓ LA CABEZA, TIRONEÓ PARA ACÁ, TIRONEÓ PARA ALLÁ, SE PUSO PATAS PARA ARRIBA Y PATAS PARA ABAJO, PERO LO ÚNICO QUE CONSIGUIÓ FUE QUE EL NUDO SE APRETARA MÁS (Y QUE A LA HIENA LE DIERA UN ATAQUE DE RISA).


-¿Y AHODA QUÉ VOY A HACED? NO QUIERO ANDAD CON UN NUDO EN LA TDOMPA- LLORIQUEABA EL POBRE ELEFANTE, QUE ADEMÁS NO PODÍA PRONUNCIAR NI UNA SOLA R. 


COMO EN LA SELVA NO HAY MÉDICOS NI HOSPITALES, FUERON LOS OTROS ANIMALES LOS QUE LE RECOMENDARON REMEDIOS CASEROS PARA SOLUCIONARLE EL PROBLEMA. EL MONO LE ACONSEJÓ QUE SE PUSIERA A DIETA DE BANANA. AL ADELGAZAR, EL NUDO SE DESINFLARÍA COMO UN GLOBO VIEJO Y PODRÍAN DESATARLO. EL COCODRILO Y EL HIPOPÓTAMO, EN CAMBIO, LE RECOMENDARON BAÑOS CON AGUA TIBIA, PORQUE AL REMOJAR LA TROMPA, SEGURAMENTE SE LE DESHINCHARÍA. LA JIRAFA, POR SU PARTE, OFRECIÓ SU BUFANDA DE SIETE METROS Y MEDIO PARA VENDARLO Y EL RINOCERONTE PROPUSO PLANCHARLE LA PIEL QUE ESTABA TAN ARRUGADA, PARA ESTIRARLA Y AFLOJARLE LA ATADURA. QUE UNO LE PONÍA UNA CURITA, QUE OTRO LE PASABA POMADA POR LA TROMPA, QUE AQUEL LE OFRECÍA UN TÉ DE TILO PARA TRANQUILIZARLO, QUE ESTE LE CANTABA “SANA, SANA...” NADA DABA RESULTADO.


EL ELEFANTE ESTABA DESESPERADO Y CAMINABA NERVIOSO DE UN LADO PARA EL OTRO.

TANTO CAMINÓ QUE FUE LEVANTANDO UNA POLVAREDA ESPESA Y GRISÁCEA A SU ALREDEDOR. Y ESA FUE LA SOLUCIÓN PORQUE EL POLVILLO SE LE METIÓ ADENTRO DE LA TROMPA Y LE HIZO TANTAS PERO TANTAS COSQUILLAS QUE ... ¡ATCHÍS!


NO FUE UN ESTORNUDO ASÍ NOMÁS. NO SEÑOR. FUE UN TREMENDO ESTORNUDO DE ELEFANTE. LO BUENO NO FUE QUE, CON ESE ESTORNUDO, LE DESPEINÓ LA MELENA AL LEÓN. LO BUENO NO FUE QUE, CON ESE ESTORNUDO, ASUSTÓ TANTO A LA CEBRA QUE SE LE ENDEREZARON LAS RAYAS. LO BUENO NO FUE QUE, CON ESE ESTORNUDO, HIZO TEMBLAR LA TIERRA COMO EN UN TERREMOTO. LO BUENO FUE QUE, CON ESE ESTORNUDO…¡SE LE DESANUDÓ LA TROMPA!


CONTENTO SE PUSO EL ELEFANTE. CONTENTÍSIMO. NO SOLO PORQUE SE LE HABÍA DESATADO EL NUDO, SINO PORQUE PUDO VOLVER A PRONUNCIAR LA R PARA PODER AGRADECER A TODOS, SU AYUDA. TAN CONTENTO ESTABA QUE CASI, CASI SE PONE A BAILAR EN UNA PARA FESTEJAR. PERO PREFIRIÓ IRSE A SU CASA. NO FUERA A SER QUE CON EL BAILE LEVANTARA OTRA POLVAREDA QUE LO HICIERA ESTORNUDAR.  


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